martes, febrero 08, 2005

Canciones de amor y gratitud

Yo para esto de los soportes musicales no soy "vinilista". Prefiero el cd, que para mi fue un objeto mágico. Mi primer cd lo compré cuando no tenía reproductor así que se lo pasé a un amigo para que me lo copiase. Este sistema lo repetí hasta que amplié mi cadena musical, primero compraba lo que no podía comprar en cinta, pero al final creo que acabé comprando todo como si invirtiese en el futuro. El futuro es otra cosa porque en general se paga mucho más por un vinilo que por un cd.

No obstante no deja de ser curioso que no recuerde cuál fue el primer disco de vinilo que compré, tengo mis dudas, y tampoco sé cual fue la primera cinta pero si sé cual fue el primer cd. Aquel cd que escuché cientos de veces fue el aclamado Pizza Pop de Australian Blonde. Así que a partir de ahí milité como fan del grupo. Luego llegaría Afteshave, que sí me pude comprar en cinta y salvo Cosmic pocos temas más me gustaron, lo que unido a otras bandas que iba descubriendo me llevaron a desinteresarme por los de Gijón.

Una cosa que contribuyó bastante en mi desinterés hacia Australian Blonde eran sus apariciones en entrevistas porque las encontraba sobrecargadas y, en algún momento, incluso pedantes. No entiendo porque tenían que ser tan excesivamente intelectuales si el rock es o debe ser una cosa sencilla, mucho más el rock que ellos practicaban.

Sin embargo, lo reconozco, vuelven a interesarme. No sé si me guío por modas. En aquella época la moda era la frescura, cantar en inglés, las canciones cortas... todo aquello que acuñaron como Xixón Sound, de cuya etiqueta todo grupo con dos dedos de frente huía, los primeros los propios Australian Blonde. Igual ahora la moda es escuchar a grupos que supuren madurez musical como estos nuevos Australian.

Al margen de que sea moda o no, la banda ha ganado mucho así que animo a volver a militar como fans a aquellos que en su momento se rajaron. Canciones de amor y gratitud, así se titula el último trabajo, es la vuelta a la liga de campeones del indie y en ello tiene mucho que ver la reciente incorporación de Pablo Errea o la colaboración de Luigi Navarro en algunas letras.

Es obvio para quien escuche el disco que la influencia de los mejores Beach Boys se nota bastante pero como no se trata de ir a la caza de míticos grupos sino de atrapar gustos yo quiero resaltar una influencia clara que me entusiasma y es la de Badly Drawn Boy quien podria haber firmado Sweet Lullaby o Second Time sin problemas. No obstante Control, When I look Back son los temas más destacables para poner en una portada a modo de "incluye". Especial mención merecen Shopping que por algo es el tema más identificable con los Australian Blonde de siempre y otro corte destacado es Almas de metal, apropiado para quien quiera llorar como una magdalena, la clave está en la música.

El disco está editado por Astro y producido por Paco Loco y el propio grupo y grabado en los estudios del conocido productor. Dejo una nota para coleccionistas, la edición digipack viene con 4 bonus tracks.

Jesús Suárez

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jeje, yo también compré cd's antes de tener lector, y varios. ¡y eso que yo sí soy vinilista!